Todos tenemos unlado oscuro bajo la superficie, al acecho, alimentándose de nuestra cordura. Se aviva con imágenes que desearías poder borrar, acciones que desearías poder deshacer y recuerdos que desearías poder olvidar. Nuestro gran error como humanos es creer que solo los individuos perversos se comportan de manera infame, y olvidar que el potencial para convertirnos en aquello contra lo que luchamos se encuentra en nuestro interior. Los signos de fatiga pueden hacer mella en los cimientos de hombres más fuertes que tú y que yo, y el único modo de seguir adelante consiste en atravesar las sombras y llegar a un pasado más aterrador que nunca. Porque esta vez, ya sabes lo que te espera.
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